Este domingo, 2 de mayo, La Sauceda sufrió un embate más, producto de un incendio que
se salió de control, quemándose un gran número de árboles y la indignación en medios ha
sido mayúscula.
Yo humildemente quiero recordarles que hemos hecho 60 convocatorias para que se sumen
a los trabajos que realiza el Colectivo Ciudadanía Activa sábado con sábado, dado que
tenemos un año y dos meses de jornadas ininterrumpidas de limpieza y reforestación. De
hecho, con solo haber duplicado el número de asistentes a estos trabajos de rehabilitación
hubiésemos evitado la pérdida de varios de los ejemplares que sucumbieron al fuego.
Veo con atención que hay una especie de frustración de buena parte de la población que
sigue esperando que los desgobiernos resuelvan un problema que no quieren resolver, la
carencia de áreas verdes y el descuido de las pocas que existen.
El ingeniero Raúl Baca ha sido reiterativo en denunciar que hay un grupo de 14 personas
contratadas para cuidar La Sauceda, pero no se ve que es lo que realmente hacen. Con ese
número de personas adheridas a nuestras jornadas ya estaríamos por remover todo el zacate
buffel y estaríamos en condiciones de anunciar la reinauguración ciudadana de otro espacio
público más, tal y como lo hicimos con lo que quedó del Parque de Villa de Seris.
El incendio de este domingo, debiera ser el aliciente para unir fuerzas todos los Colectivos
ambientalistas y rescatar entre Tod@s ese emblemático lugar. Obviamente, son
bienvenid@s a las instalaciones de La Sauceda el próximo sábado 8 de Mayo. El Colectivo
tiene herramientas que podría prestar a quienes no cuentan con una y tienen deseos de
unirse a este enorme esfuerzo. Si el gobierno no atiende nuestros llamados, hagámoslo
Nosotr@s.
Que tal si nos unimos de nuevo, tal y como lo hicimos con la defensa del Cárcamo. Ahora
para rescatar La Sauceda hacer presión para que no nos sequen el Humedal. Si visitan este
lugar, se darán cuenta que en un año y dos meses hemos removido más de 50 toneladas de
buffel y plantado más de 150 árboles nativos. Además, tenemos una especie de jardín en su
interior donde crecieron plantas de Cempasúchil y San Miguelito, Muchos ejemplares de
sábila, algunos girasoles y una planta conocida como sinvergüenza.
Si nos acompañan observarán que hemos avanzado bastante y eso evitó que el daño del
incendio fuera mayor. Debemos levantar el ánimo y tomar como un reto rehabilitar todo lo
dañado. Si las “instituciones” no quieren hacer lo que les corresponde, tomemos en nuestras
manos la responsabilidad de convertir en un bosque urbano ese espacio de 40 hectáreas,
porque la tentación de entregarla a particulares es cada vez mayor.
Hemos demostrado, con creces, que tenemos muy buenas intenciones. Pero, además,
tenemos la firme convicción de que lograremos nuestro objetivo principal, el bosque
urbano creado por ciudadanos más grande de Hermosillo. Ese es nuestro sueño y la forma
de transformar la pesadilla del incendio en un hermoso sueño realizable se llama comunión
de esfuerzos.
Ánimo, La Sauceda es nuestra y nos está pidiendo ayuda.